Escucho, coloco, observo, espero... obro.
- Escuchar las consignas de los ensuños.
- Colocar pequeñas cositas amistosas, sin defensa, sin meta, en una noche bastante oscura para conjurar el olvido de las relaciones de artificio, que van acumulando los sacrificios ofrecidos a lo que nunca llegara.
- Observar la inaccion de las pasiones que la razon consola sin poder adivinarlas jamas.
-Esperar un mejor momento para desalterar su sed de montañas, al pecho embriagador de una diosa, y consumir sin provecho el verdadero sentido infundado de la vida.
- Obrar buscando la sustancia amnésica del inconsciente de los dioses, que hace que nos resisten como el mas caro de nuestros deseos;
En el objeto de sus deseos fluye un veneno enajenador.
Escucho, coloco, observo, espero... escribo aqui y ahora:
Me piace el desorden inconsciente, humoso, y indolente de un buen plato de espaguetis.