King Kong golpeaba sobre bongos gigantes... y, de repente me cahi...
( ¡hay que ostia me di!)
Atravesando la ausencia, imperceptible ola, vi la hija del zulu enganchando estrella en la boveda azurita.
La esperanza de hoy tienen reflejos de ayer y la desesperanza genera el absoluto relativo del misterio de los misterios, olvidado por la hija del zulu, en un mundo engullido.
No freeways, no fear, no cars, no trees, no plans, no roads,
no ghost.
Escrito por zar. a las 14 de Octubre 2004 a las 02:02 AM | TrackBack