Los siglos se amontonan sobre la nebulosa de los dias, y el aire se prolonga a cada movimiento de ala.
Al favor de tu luz, nada perjudica la pureza de nuestras sombras tumbadas sobre la substancia del tiempo.
Ama me...mas... Ama me mas... abraza me... abraza me mas... antes de que por ultima vez me caiga.
Pienso en una mecanica independiente de nuestros juegos... pienso en chispazos responsables de nuestras jubilaciones, chispazos cuya funcion profonda seria de recordar sin parar a nuestra presencia, su estructura naïva, lejos... lejos... lejos..... de la avan guardia electronica, profetica, quimica, patetica... icaicaica.
A la punta del alma, la luz irradia, el aire prolonga las limites inestables del cielo... a cada movimiento de ala.
Al mas hondo de mi mismo, en esta rosa eterna, una danza sutil, libre y luminosa, inmobiliza, la inestable limite de los cielos, y separa el infinito.
A la punta del alma, el instante es admirable, notable... y su belleza, futil como un grito sagrado, prisonero de la eternidad.