Un crepusculo emocionante, rechazado por los segundos... despiadadamente.
Una gota de agua de lluvia, que la tormenta espanta, se desmaya sin dejar traza... definitivamente.
Me lié sin querer... perdi el descanso y perdi mi corazon.
Me enfrente con la suerte sin proteccion ninguna, y sin miramiento.
Me hice la presa de un musculo que palpita... escuche mis sentidos hasta el agotamiento.
Esta noche, mi debilidad me sorprende indudablemente... no la temo, solo es una impresion al favor de la luz...
Divina como el poniente.
Escrito por zar. a las 6 de Febrero 2005 a las 10:31 PM | TrackBack