Un verde intocable.
Un verde incontestable.
Un verde esperado.
Un verde indesmierdable.
Miro el cielo, su calma es improbable, su pureza equivoca, su cima, un goze sutil, feliz, divino y imposible.
Es la intuicion del cielo... trazada por el compas del tiempo.
Escrito por zar. a las 28 de Agosto 2004 a las 01:19 AM | TrackBack